jueves, 3 de diciembre de 2009

Volver


Dos días antes de salir de viaje, salió una buena oportunidad de laburo. Querían que arrancara ya, pero yo no podía. Me fui sin saber si me esperaban a la vuelta. La última noche en Nueva York recibo un mail "apuráte que te necesitamos", decía. Nos abrazamos con Ceci, felices.
LLegué a Buenos Aires y al día siguiente estaba trabajando en un nuevo proyecto editorial. La propuesta entusiasmaba. A la semana teníamos el Número Cero impreso. Siete días después, el Nº1 salía a la calle con una nota sobre Educación en tapa. Yo ya estaba afirmado como editor, y cada vez más entusiasmado. Hoy sacamos el Número 3 con un viejito piola guiñando el ojo en tapa y cuando veo el resultado, sonrío con él.
Las vacaciones pos Clarín duraron menos de lo pensaba. Ahora trabajo en San Telmo, tengo horarios normales (no de personal de seguridad como dijo mi amigo El Negro), los fines de semana para mí y los días de semana resultan bien agitados, muchas veces vertiginosos. Pero lo mejor de todo es que recordé por qué elegí hacer lo que hago.
Amo las redacciones.
Y la del Diario Z hizo que me volviera a sentir bien con mi profesión.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Leaving New York, never easy


Domingo, último día. Nos levantamos con algo que antes no teníamos... los anillos de compromiso!!! Y en este caso la palabra compromiso no tiene un significado de carga; todo lo contrario: es liberación, es unión, es soltarse y animarse, confirmar con un acto, representar con un gesto, que queremos seguir creciendo juntos.
Pero me cuesta hablar más sobre esto en el blog, como dice Ceci, es algo muy íntimo. Sólo quería compartir mi alegría con ustedes!

La resaca de la noche de festejo nos ata a la cama mucho más de lo usual ¡consigo levantarme a las 11! El plan de ir a Harlem a escuchar Gospel queda descartado (y sumado a la lista de cosas para hacer cuando volvamos a esta ciudad).
Salimos al mediodía desesperados por comer algo: es el momento de probar el famoso brunch, una mezcla de desayuno y almuerzo, un desayuno potente, pongamoslé. Recorremos el hermosísimo Village una vez más en busca de un buen lugarcito para reponer fuerzas -jugando hablamos de nuestros barrios preferidos para vivir, Ceci elige éste, a mi me gusta más cerca del río-. Encontramos el histótico Cornelia Street Café, recomendado por el Gran Horacio (aquí arrancó Susan Vega). Esperamos un buen rato porque el brunch de los domingos en los lugares como éste son muy concurridos, pero vale la pena. Farmers breakfast (scrambled eggs, con tocino, sobre una ensalada verde (no voy a decir colchón de hojas, no), acompañado de té y café, croissant, pan de chocolate tibio y jugo de naranja. El precio es razonable (si no lo traducimos a pesos, claro), pero nos matan con el ¡18 por ciento de "service charge! hijuesumadre. Vale la pena, nos sentimos repuestos, el alma vuelve al cuerpo, la cabeza recupera su foco y ya estamos para caminar... un poquito. Hoy decidimos hacerla "nice and easy". Una pasada por la tienda Brooklyn Industries, de lo mejor en ropa a buen precio, saludamos a Nuria, la vendedora catalana que es muy dulce con nosotros, le contamos de nuestro "engagement" y se pone feliz, llama a otra vendedora negra que sonríe con esos dientes blanquísimos; es un momento muy emotivo, sobre todo por la onda de las dos y porque son los primeros en saberlo cara a cara.
Nos felicitan, nos abrazan. Nuria está acostumbrada a dar dos besos en el cahcete y yo la dejo pagando con el segundo! nos reímos todos.
El día está increíble, el mejor clima de todos los que tuvimos, casi 20 grados... entonces enfilamos para el Hudson River, que es casi un mar (ya lo dije creo, pero es algo que me fascina). Se ven veleros, New Yersey, la Estatua de la Libertad. El Hudson River Park es nuevo para nosotros, una gran lengua que se mete en el río, como un muelle pero grande como un parque grande. Todos están en la suya: en la punta, unas 20 parejas bailan tango debajo de un gran gazebo público, nos recostamos un rato largo a mirar y escuchar -prometemos aprender a bailar tango para la próxima... y es que los viajes activan tanto la chispa del deseo!-; disparo muchas fotos (otra de las cosas que quiero estudiar, desde siempre), nos dejamos llevar por ese río y las miradas se pierden. Ceci me había dicho en el bar que se sentía rara porque estaba triste y contenta. Y es tan simple como eso. La felicidad de todo lo vivido, la tristeza de que se termine, la ilusión de seguir viajando juntos... la seguridad de que acá vamos a volver pero que mañana nos tenemos que ir.
En el parque nos quedamos maravillados con un hombre pelado, muy masculino, que se mueve en una mezcla de danza y arte marcial con dos telas de seda formando figuras en el aire, que giran y se cruzan; sus piernas se mueven como si fuera un ballet, todo ese movimiento es muy femenino y contrasta con la imagen que da. Filmo. Y después le pregunto cómo se llama eso que hace. Flag dance, una mezcla de arte marcial, con danza china. Se llama Mark Stewart, tiene 54 años, y nos dice que al principio le parecía un baile demasiado gay incluso para él que es gay. Tiene una mirada muy cristalina, se toma su tiempo para explicarnos su afición desde su metro noventa, dice que llegó a ella porque quería "acostarse" con el profesor, pero que no lo consiguió.
Nos muestra las telas de seda, con bordes pesados para lograr los movimientos. Baja el sol, el frío aparece como un fantasma, nos despedimos y toda su amabilidad se transforma en esa frialdad neoyorkina que tanto cuesta comprender. Acá todos cumplen con su parte, al menos los que conocimos, y hasta son muy serviciales. Pero el franeleo y el exceso en demostrar emociones con desconocidos no es su fuerte. Mejor, pensamos. Pero la calidez latina se extraña un poco. Al lado nuestro dos chicas se besan, un hombre lee recostado, otro entrena... todos en lo suyo, todos en paz.
Volvemos cargando el peso de la partida, los sex shops nos hacen reír y un set de filmación impresionante (Harry gets married, peli indpendiente) da un marco justo y necesario de irrealidad.
Es el último día y nos tocó el indian summer, tal como confirmó el bailarín Mark. Son unos días de calor antes de que empiece el crudo invierno y que tanto veníamos esperando desde que Isabelle nos lo comentó. Pegamos la vuelta por Christopher St, el epicentro gay, doblamos por la tercera y después Sullivan.
Todo está abierto, todos caminan, compran, leen, conversan, descansan. En el subte seguro alguien está toando blues, jazz. A toda hora. La ciudad nunca para.
"Es de verdad la ciudad que nunca duerme", digo y un flaco saca un colchón del edifico y lo tira a la calle y lo pienso como una metáfora, como diciendo "¿Para qué dormir?"
Quiero fotografiar todo con mi cámara y mi memoria. Huelo el vapor de las calles, el humo de las comidas que se cocinan en cada esquina, estoy ansioso por llevarme todo, una ilusión. Nos llevamos mucho, es suficiente. Hay que decir adiós, hasta la próxima. Hermosa ciudad.

sábado, 7 de noviembre de 2009


Así es señoras y señores hoy, siete de noviembre de dos mil nueve, Cecilia y yo nos comprometimos. En el Greenwich Village de NY. Un restaurant llamado The Place. Cómo se iba a llamar si no. EL LUGAR.

NOS CASAMOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

aviso de la gerencia del blog



los posts de ayer y hoy serán subidos mañana... no nos dio el tiempo!
pero les contamos, ya que tenemos tantos ávidos lectores, que la pasamos de diez: ayer fuimos al MOMA, una panzada de arte y a la mañana recorrimos el barrio chino que es ENORME.
Hoy hicimos Central Park, Lincoln Center y ahora se viene la cena de romántica!
hasta pronto!

jueves, 5 de noviembre de 2009

Ceci & the City



New York nos regala otro día soleado (cosa que en otoño se aprecia mucho) y salimos sin desayunar a patear el Village y el Soho. En el camino no me canso de sacarle fotos a los edificios, afición que pelea cabeza a cabeza con la de observar a la gente. Acá todos parecen estar concentrados en algo, muchas veces solitarios. Lo noto sobre todo en la gente joven: por las noches hay bares que se llenan de lonely people estudiando, leyendo un libro de poemas, trabajando en la compu. Me despierta cierta admiración esa independencia relajada y mucha envidia que ésta sea su ciudad!
Definitivamente quiero vivir acá un tiempo. Hay algo mágico en el aire, creo ya haberlo dicho antes. Puede que sea esto: NY tiene infinitas caras, es tan versátil, tan cosmopolita, tan movediza e inasible que nunca se acaba. No es sólo la ciudad que nunca duerme, es la ciudad que se muestra pero se escapa de las manos como arena.
La caminata teledirigida por Ceci nos lleva Magnolia Bakery, un hermoso localcito de cupcakes y tortas que aparece en Sex & the City. Las cupcakes de chocolate son exquisitas, probamos también un no se cómo se llama de manzana y uno de limón, deliciosos!!! Los comemos en una placita cruzando la calle, alimentamos a unos simpáticos gorriones y nos quedamos un buen rato porque el desayuno fue una bomba!
Recorremos el Village, me saco una foto con el edificio de Friends de fondo (sí!!! ahora quiero ir a Tom’s Café) y nos metemos por todas las callecitas que podemos. Llegamos a un local de ropa llamado Brooklyn Industries donde hago mi primer estrago con la tarjeta. Después veremos cómo se paga!
Seguimos la caminata y paramos en un bar del Meat Packing District, EL lugar de moda, un barrio cerca del río que solía ser el distrito de corte de carnes y empaquetado y que hoy es top top. Cada parada es un oasis para las piernas y ayuda a descansar la vista por un rato.
Seguimos hasta encontrar el parque que nos recomendó la vendedora del local de ropa, por cierto una catalana muy buena onda. El parque se llama High Line y es una maravilla del reciclaje arquitectónico. En lo que eran vías en desuso, construidas en altura, armaron un parque bien largo, aprovechando la estructura metálica y sumando madera, asientos increíblemente cómodos, plantas, escaleras, arbolitos. Me encantó.
Bajamos, recorremos Chelsea, otro barrio hermoso, muy estilo inglés obviamente y con un epicentro de la movida gay muy grande. Hay sex shops, cines, peluquerías, tiendas, todas gay friendly con sus banderas multicolores y sus arco iris por todos lados.
Sin buscarlo llegamos al Chelsea Market, otra joya del reciclaje, lleno de tiendas que son un viaje en sí mismo. Salimos para volver al High Line y comer ensaladas y sopa en los asientos de madera, que debe ser la cosa más cómoda donde jamás haya posado mi humanidad. Ya van horas de caminata y el cuerpo lo agradece.
Bajamos y así como sin querer aparece Pastis, un restorán-bar de los más lindos que vimos. Ceci me dice que se hizo famoso con Sex & the City. Otra vez Carry se apodera de ella y yo propongo entrar a tomar algo: excelente! Un expreso bien hecho (al fin un café de verdad) y una sidra francesa para mí. Y sí, acá las cosas son así, un poco de glamour no viene mal.
Emprendemos la vuelta, otra vez maravillados por las callecitas del Village. Yo me veo una peli y Ceci sale a caminar un rato más (para mí que la fue a buscar a Carry).
A la noche salimos a buscar el Village Vanguard, histórico boliche de jazz, pero el precio y la nula amabilidad del alien que atiende en la puerta nos expulsan hacia otro bar, donde sí tienen ganas de recibirnos. Comemos y pasamos por Small, un pequeño antro de jazz que conocí en 2001. Los recuerdos de ese viaje se me vienen a la mente y me dibujan una sonrisa. Nos llevamos un programa y prometemos volver el día siguiente. Pasamos por el sex shop de Sex & the City, de casualidad, aunque comienzo a sospechar.
Ah, no les conté, pero mientras yo me fumaba un cigarrillo en la puerta del bar donde cenamos, Ceci salió corriendo para ver la puerta de la casa de… Carry Bradshaw!
Acá hay gato encerrado.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Brooklyn y el poder de la mente



Como todos los días, me levanto solito pasadas las 7. No sé cómo es esto del reloj biológico, pero al mío, cuando estoy de viaje, se le da por la puntualidad y los madrugones. No olviden que hasta hace dos meses yo era una especie de murciélago que se dormía a las 4 o 5 de la mañana (qué lejos quedó Clarín!!!)
Mientras tanto, Ceci duerme acurrucada a su almohada en nuestra cama construida en las alturas (está dos metros arriba del piso, en una estructura de madera), lo que me facilita la tarea de moverme con relativa tranquilidad por el monoambiente sin despertarla.
Estamos exactamente en la mitad del viaje y ya empezamos a contar cuántos días nos quedan, horrible sensación que sólo se supera con el famoso "vivamos cada día, de a uno" o su amigo "sólo existe el presente". Patrañas! Es casi imposible no pensar en que esto se termina en algún momento y eso nos apena.
Nos alistamos para salir a caminar, desayunamos en un cafecito del Soho (hermoso barrio al que volveremos) y enfilamos para el downtown, el sur de la isla, donde estaban las torres y donde explotó Wall Street hace poquito nomás. Justo cuando arranca el centro financiero está la entrada al puente de Brooklyn, tal vez uno de los paseos más lindos. Cruzamos caminando por esa estructura imponente construida en milochosesentaypico, en su momento el puente colgante más largo del mundo. Hierro y roca la estructura, de madera el piso casi como un deck, es una obra maestra. Por abajo nuestro pasan los autos bien rápido y allá abajo muy abajo el East River. Instantáneamente se me pega aquél grito de los Beastie Boys que de adolescente cantaba desaforado: "Dont, stop, till Broookleeen!!!!".
La otra canción que cantamos es la que escuchamos a la mañana, esa de REM que dice "leaving New York never's easy", hermosa y melancólica. Ceci comentó que en el megarecital del viernes con REM todo hubiera sido aún más perfecto. Así estamos el resto del trayecto hasta que dejamos de cantarla. Es entonces cuando enciendo la cámara de fotos para filmar y me concentro en un corredor que viene hacia nosotros, lo sigo con la cámara, me clava la mirada y ahí noto que se parece muuuucho a Michael Stipe (cantante de REM). No lo creemos así que seguimos adelante.
El puente está todo sostenido por cables de acero y si uno se para puede sentir un pequeño balanceo (o tal vez fue el vértigo). La vista de Manhattan desde el puente es única, hipnotizadora, como casi todo acá. La ausencia de las torres se nota mucho, mucho y por un momento me olvido de todas las masacres que emprendieron los yanquis y me pregunto por qué Nueva York: con el Pentágono alcanzaba muchachos; tal vez la Casa Blanca... pero esta ciudad...
Me puse reflexivo, volvamos al relato.
Mil quinientos metros después, nos bajamos en Brooklyn. Acá son todos negros bien negros y latinos como los de las películas que te hablan en ese inglés a lo Al Pacino en Scarface. La diferencia se nota aún más un lunes (los fines de semana hay ferias y como está de moda viene la gente cool de Manhattan). Nos sentamos en el parque que mira hacia la ciudad como en el afiche de Manhattan, de Woody Allen. Hay que seguir, entonces disparamos todas las fotos que podemos (Ceci juega con unas gaviotas y reflexiona sobre el avistaje de aves) y recorremos algo de este barrio, uno de los cinco que conforman NY. Nos cuesta encontrarle el encanto, tal vez porque vamos primero a la zona comercial, bastante fea, llena de megatiendas de ropa. Tal vez nos sentimos un poco intimidados: acá todos hablan más fuerte y claramente somos visitantes. Al fin damos con el "ayuntamiento" (ja!, ahora puedo decir palabras como esa y como mantequiya de maní) y una viejita muy copada nos llena de mapas y datos en el centro de info turística. Entonces nos adentramos en Brooklyn Heights, un barrio dentro del barrio (Brooklyn tiene media docena de barrios) de los más lindos que vimos: casita de ladrillo a la vista con esas escaleras acompañadas por barandas de hierro negras, muchos árboles que gracias al otoño nos regalan una paleta que va del verde al marrón clarito y por sobre todas las cosas, mucha paz y silencio. Parece que viven muchos famosos por acá y no nos extraña. Llegamos al Promenade (como un gran gran balcón-costanera que da al East River, con la estatua de la Libertad y Manhattan de fondo) gracias a un viejito que juro era igual a Mickey, el entrenador de Rocky, que nos grita "Hey, you, young people! are you looking for the promenade!?" con un acento muy gracioso.
Las casas acá son impresionantes.
Emprendemos la vuelta (a esta altura ya caminamos unos 8 kilómetros, lo que no es nada comparado con los 42 de la maratón ahora que lo pienso). Estamos cansados así que nos reponemos con un café en Starbucks, que la verdad está muy bueno. Lo que sí no entiendo cómo carajo hacen para inventar tantas opciones para un simple café con leche: latte, moca, expresso, con crema, con chocolate, con frutilla, caliente, helado, con hielo, licuado, descafeinado, cremoso, doble, triple... aaahhh!!! sólo quiero un café con chele viejo!
Al mejor estilo norteamericano, caminamos con el vasito de plástico en la mano -acá todos van con un café, algo para comer o el celular en la mano- hasta encontrar la escalera al Brooklyn Bridge.
La vuelta con el atardecer es aún más bella. Se encienden las luces de los "skycrapers" y la magia es completa.
Ya de vuelta emprendemos la caminata hacia casa, entramos a algunas tiendas en el Soho y caemos rendidos en el piso del departamento. Una cerveza y a bajar las fotos, el ritual de cada día.
Después del descanso, salimos para nuestra primera experiencia en el lavadero de ropa. Para los que vieron Friends, recuerden el capítulo en que Ross y Rachel van juntos a lavar y ella, recién llegada a la gran ciudad, no entiende nada. Así no sentimos Ceci y yo. El lugar tiene unas 20 máquinas para lavar, otras tantas para secar, máquinas expendedoras de jabón, máquinas que te dan cambio para meter las 18 monedas de 25 que cuesta el lavado, carritos para llevar la ropa... máquinas por todos lados y ningún empleado. Es así, acá el Laundrymatic le hace honor a su nombre: no hay nadie para atenderte, sólo un local abierto las 24 horas con luces de neón (que acá abundan). Superada la prueba, no sin dificultades (entre otras cosas entró un mendigo en silla de ruedas a comer su cena, con un cóctel de olores que a Ceci le dio arcadas), salimos orgullosos como si acabáramos de rendir un examen de física cuántica.
Nos acostamos tarde después de cenar en lo que hasta ahora es nuestro restaurante favorito, el Dojo, cerquita de casa, en el Greenwich Village. Ya de entrada te traen dos vasos de agua con hielo y luego una ensalada, que acá va con todo muy a pesar del país de las hamburguesas. Y los platos son deliciosos. Creanme que acá es más barato salir a cenar que en Buenos Aires!
Y sí, cuadro por cuadro comprobamos que el corredor furtivo, era el frontman de REM. El poder de la mente, reflexionamos con Ceci, es asombroso.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Halloween es cosa seria


Sábado 31. Happy Halloween!!! Cansaditos de la noche anterior, todavía aturdidos por el tsunami musical que presenciamos, nos levantamos tarde y charlamos con nuestros respectivos papis (Eduardo y Curt). Caminamos hasta Washington Square Park y empezamos a comprobar que los yanquis se toman muy en serio esta celebración de Halloween. La plaza estaba llena de nenes disfrazados jugando felices. Con esa buena onda cargamos pilas y encaramos para el Guggenheim, en la 90 y la Quinta.
Un museo que es una obra de arte en sí mismo (obra de Wright). La muestra de Kandinsky dejó a Ceci pipona de su pintor favorito (compramos lámina!!!) y además vimos la expo permanente (Picasso y su mujer rosa –una adolescente de 17 años con la que tuvo un affaire a sus 50 y pico-; Monet, Van Gogh, Gauguin, Pisarro).
Ceci me regaló un Lego para armar la réplica del museo!!!!!!!!! Con eso ya sé que voy a estar toda una tarde en Buenos Aires, recordando este viaje.
Colectivo desde el Central Park hasta el barrio, que ya se disfrazaba de fiesta. Descanso y salida a ver el parade: miles de personas disfrazadas, gritando, divirtiéndose, sacando fotos y posando. Nuestros improvisados outfits: cuban revolutionary (yo) y hot geisha (Ceci). Comimos los famosos y deliciosos falafels a la vuelta del departamento. Comprobamos que no se puede tomar alcohol en la calle: a una chica la multó un policía (y las multas acá son caras y se pagan; si no recogés la caca de tu perro te cobran hasta 1.000 dólares)
Dimos vueltas intentando esclarecer en qué consistía el “parade” (a dónde iba la gente, qué tomaban, cuál era “el” chiste)... hasta que descubrimos que el único chiste era divertirse en la calle y a pesar de la llovizna. A la vuelta caímos redondos, pero no de ricota.
La crónica compartida del domingo pueden leerla en www.elotro-elmismo.blogspot.com

domingo, 1 de noviembre de 2009

crónicas compartidas IV



Viernes 30. La mañana se vio alterada cuando Ceci descubrió en Craiglist que todavía quedaban entradas disponibles para el show por el 25 aniversario del Rock&Roll Hall of Fame, un recital para el que veníamos intentando conseguir tickets desde que sacamos los pasajes hace más de tres meses. Fue un lío comprarlos porque sólo aceptaban crédito, y no argentino. Tras un llamado al Toro en Londres para pedirle su tarjeta, terminamos comprando una tarjeta de crédito “instantánea” y recargable que nos permitió adquirir las entradas por teléfono (primera incursión a Duane Read, donde por supuesto, como en todos lados, había empleados que hablaban español).
Paseo al Midtown para retirar los tickets. Subte hasta Grand Central Terminal, con su reloj de cuatro caras y esos techos increíblemente hermosos. Caminata hasta la Public Library, hermosa (descubrimos que atesora una de las 45 biblias de Gutemberg que hay en todo el mundo) y luego hasta Time Square, impactante con sus carteles móviles y luminosos… parece el mismísimo centro del mundo. Retiramos los tickets y buscamos un lugar para comer: una pegada la parrillita escondida donde almorzamos pollo con papas y hongos.
Ceci vio el local de m&m y salió corriendo; yo me quedé a filmar y sacar fotos en la escalinata de Tkts y cuando la fui a buscar nos desencontramos (aaaahhh). Nos compramos dos cuadritos para casita y enfilamos hacia la Quinta Avenida, por donde llegamos al Rockefeller Center. Vimos la pista de patinaje sobre hielo (Ceci recordó “Love Story”) rodeada por banderitas de todos los países menos de Argentina, y sus imponentes edificios que son el epicentro de la riqueza norteamericana (después nos enteramos que el enorme complejo –tiene 16 manzanas subterráneas- fue comprado por japoneses). Enfrente está la St. Patrick Cathedral, muy bella por fuera (el adentro no nos conmovió mucho). Cansaditos volvimos para reponernos un ratito antes del que sería el gran show de nuestras vidas.

viernes, 30 de octubre de 2009

Met, Empire State, Central Park... aahhhhhh


Para ver el relato del martes, visitar el blog de Ella www.elotro-elmismo.blogspot.com

El miércoles llovía otra vez. Así que después del desayuno nos tomamos el colectivo hasta el Central Park, después de dar unas cuantas vueltas y terminar refugiados en el techito de un edificio. Los árboles ya están dejando caer algunas hojas amarillas y marrones, así que el efecto de la lluvia sobre el parque más lindo del mundo (según mechupindongui) era realmente hermoso. El Met es enorme y está buenísimo. no voy a decir más: sólo que podés ver un Van Gogh al lado de un monet, al lado de un Picasso, de un Dalí, y así. Con cinco horas sólo "vimos" (porque para observar hay que ver muchas veces o por más tiempo) algo así como 1/3 del museo.
A la entrada del Met nos comimos un hot dog. El negro que atendía el carrito era lo más! se acordó de nosotros a la salida al igual que su compañero. Y pasan miles de personas cada día!
Por ahora sólo entramos una puntita al Central Park así que sobre este fenómeno de la naturaleza y el urbanismo hablaré más adelante.
En la parada, una señora progre nos ayudó con el mapa y se copó hablando de arte, de Diego Rivera, del mural que Rockefeller mandó destruir una vez terminado (jeje, Dieguito les metió una imagen de la revolución rusa, con Marx y Lenin). Nos bajamos en la 32 para ver el Empire State, pero no lo encontrábamos. O sea, el mapa decía que estaba ahí y que yo recuerde nadie lo bajó con un avión. Me desesperé un poco. 'Tiene que estar acá', y miraba el mapa. Entonces levantamos las cabezas y notamos que había algo que de tan alto se nos escapaba. Cruzamos la 5ta Avenida y ahí apareció, casi como pinchando el cielo gris con su pararrayos de película. Imponente. También aquí volveremos para subir, esta vez sólo entramos al lobby, que de tanto haberlo visto en pelis es como propio.
Bajamos por la 5ta girando los cuellos en cada esquina para ver el gigante. No sé cómo el hombre construye estas cosas, y miren que soy devoto de "Superestructuras" en Discovery.
Ya de noche, se vistió de azul con unos reflectores mágicos, y nosotros seguimos hasta Madison Square, donde hay una tienda bastante hippie y el bastante es porque tiene un generador de energía que los hospitales de Buenos Aires no, una garita de seguridad con cámaras y unos toldos first world. Pero bueno, lo de hippie es por la onda de los vendedores. Es impresionante la cantidad de gente que en esta ciudad se escapa del modelo que uno tiene del yanqui promedio.
Ahí nomás, enfrente, mi edificio favorito, El Flatiron Building, de 1903, y en ese entonces el más alto del mundo. Ahora quedó muy relegado por los monstruos que lo rodean, pero para mí es el más bello. Con una forma casi triangular y la elegancia de pocos, me hipnotiza al punto de pensar 'por qué no estudio arquitectura?'.
Ya las piernas no daban más, así que bondi hasta el departamento, peli en casa (El hombre que nunca estuvo ahí) y comida china. con galletitas de la suerte y todo!
No creo que pidamos nuevamente, no tanto por la comida sino porque al chino del delivery le di sólo un dolar de propina y casi me mata. De verdad, tuve miedo.

Hasta la próxima!

lunes, 26 de octubre de 2009

llegamos

El air train que nos saca del jfk, atravesando park lots infinitos con autos relucientes, después el subte desde Queens, pasando por Brooklyn, por debajo del East River y ya estamos acá, en Manhattan. El primer yellow cab de Ceci, nuestro inglés algo oxidado para pedir indicaciones, la amabilidad de una señora negra y gorda y la parquedad militar del oficial de aduana...
Ben que llega en bici, una especie de Spike Lee sin anteojos para mostrarnos el departamento de Isabelle, tan lleno de vida,
Una corrida desesperada al primer local de comida que vemos para saciar el hambre con comida tex mex cocinada por chinos (decorada con un buda viajero y un holograma de las torres gemelas). Nachos y burritos, unas cocas en lata en la tierra de la coke y luego Dr.Pepper para probar eso que Forrest Gump tomaba en la Casa Blanca (demasiado "spicy" para nuestro gusto)
tiendas de vinilos, tatuajes y ropa; casas de posters y cd's, "drugstores" que parecen un compendio de todo el consumo gourmet del mundo...
una mina arreglada como de sábado pero en lunes nos ayuda a encontrar nuestra calle con su gps (¿tienen de estos en la Argentina?, pregunta)
restaurantes indios, japoneses, españoles, ¡etíopes!; shawarmas y pizzas, sushi y hamburguesas
Rodeamos Washington Square y su arco donde Duchamp proclamó la "República de Bohemia" y más atrás, las luces del Empire State que contra atacan
un bar de blues, una cerveza y una sensación de que sí. este es el lugar donde queremos estar.

domingo, 25 de octubre de 2009

On the fly


En 45' pasa el remís que nos depositará a mí y a Ceci en Ezeiza, y de ahí, NY!!!!!!
no puedo decir mucho más, sólo que estoy feliz, muy.
Gracias a todos los que llamaron para saludar, qué lindo es sentir a los amigos (y familia) cerca en momentos así!
big apple, I'm gonna bite you.
Yeah!!!!!!!!

sábado, 19 de septiembre de 2009

consecuente

Confieso que la pregunta/respuesta de Jordi cuando visité a mis compañeros del diario me sorprendió bastante. Hice como que no, porque vi que mi no sorpresa era tomada casi como una burla.
"Viste, el miedo de todos no es tal: hay vida después de Clarín", me dijo él con muy buena onda, sinceridad y hasta desnudando sus propios anhelos.
"Claro que sí, siempre lo supe", respondí yo para su sorpresa.
Bajé un poco mi tono y le regalé el beneficio de una duda que nunca tuve.
La vida después de Clarín siempre supe que iba a estar buenísima. Mi miedo no era si la iba a encontrar, mi miedo era porque sabía que la iba a encontrar.

Hoy es sábado, 19.18, el sol se puso, mi auto está en la puerta recién lavado con mis propias manitas (cuánto se valoran las cosas que habitualmente hacen otros cuando uno es el que pone el cuerpo); me estoy tomando una cerveza bien bien fría, Ceci está con una amiga y en un rato nos vamos al cine con Los Morochos.

Mañana a navegar y pasado no sé. Hay viajes y proyectos hermosos con Ceci, y todos están ahí, para ser conquistados por mis ganas ahora libres de toda atadura mediática. Por cierto, qué desafinada está sonando esa corneta!

Nunca me sentí más consecuente con mis propios deseos como en este momento.
Salud!

jueves, 10 de septiembre de 2009

miércoles, 9 de septiembre de 2009

La búsqueda de la estrella (los sueños pueden hacerse realidad)


Esta semana volví a soñar en colores y con música. Anoche, un cantante inglés -era conocido pero no lo recuerdo, tal vez Thom Yorke-, entonaba en castellano "ella, juega con medallas...", de Palo Pandolfo (qué bueno que Ella puso ese disco!)
Y anteayer yo me veía actuar en una película independiente, bailando contento una coreografía sobre una escalera. El nombre del corto -"El otro Pablo"- estaba impreso en unos libritos que se repartían entre el público; yo era uno más pero también el protagonisa, y lo más gracioso es que no sabía de mi participación hasta ese mismo momento. Recordaba entonces que lo había grabado hace mucho, pero recién ahora se estrenaba. Recién ahora.



"Depués de todo/ tú eres la única muralla/ si no te saltas nunca darás/ un solo paso"
(de Luis Alberto Spinetta)

viernes, 28 de agosto de 2009

¡¡¡Levanto la guardia!!!

Hoy, viernes 28/sábado 29, fue mi último día en Clarín.
Escucho por última vez el grito de Jackson: "¡Levanto la guardia!" yn veo la pila de diarios recién impresos sobre el escritorio.
La redacción a esta hora (1.30) ya está vacía, sólo un montón de computadoras sin vida y los televisores encendidos en los canales de noticias.
Un piso más abajo, el lugar donde me inicié como periodista, los Zonales, se fue a dormir temprano.
Además de la hermosa sensación de libertad, algunas cuantas emociones que no voy a tratar de intelectualizar se me cruzan por la panza.
Como me pasa muchas veces, estoy sorprendido con el cariño de los compañeros con los que compartí estos nueve años en Clarín. Me llevo hermosos recuerdos, no me voy pateando la puerta y no siento que deba saldar ninguna cuenta pendiente.


Clarín fue una etapa importantísima en mi vida. Todavía no caigo en que esto ya no es más.

Tampoco quiero pensar mucho en ello.

Sí quiero que sigan soplando estos vientos que me impulsan ahora, que me hacen mirar para adelante y me ayudan a salir a navegar nuevos mares.

Ya me abracé con todos los que quería, ya vacié mi cajonera y puse mis petates en una caja, como en las películas.


Voy a prenderme el úlltimo cigarrillo, a cerrar el xalok y el RED1, apagar los parlantes que dejo sobre la mesa iluminada por estas horribles luces de tubo (hacen todo tan artificial)

Voy a agarrar el diario, gratis, por última vez, a cargarme el morral al hombro y salir por la puerta de siempre, saludar a Juan, fichar por última vez.
"Nos vamos Hacker", dice Jackson. "Sin cambios levanto, chau hasta mañana".


Hoy renuncio al doble apellido. Ya no soy Pablo Hacker de Clarín.
Hoy vuelvo a ser Pablo Hacker.

viernes, 21 de agosto de 2009

Ahora dicen que PH se va de Clarín


libre.
(Del lat. liber, -ĕra).
1. adj. Que tiene facultad para obrar o no obrar.
2. adj. Que no es esclavo.
3. adj. Que no está preso.
4. adj. Licencioso, insubordinado.
5. adj. Atrevido, desenfrenado. Es muy libre en hablar.
6. adj. Suelto, no sujeto.
7. adj. independiente. El que no está sujeto a padres ni amos o superiores domésticos, es libre.
8. adj. Que tiene esfuerzo y ánimo para hablar lo que conviene a su estado u oficio.
9. adj. Dicho de un sentido o de una parte del cuerpo: Que tiene expedito el ejercicio de sus funciones. Tiene la voz libre.

viernes, 24 de julio de 2009


escuchás el mensaje. leés su post.
y volvés a pensar por qué, a veces, te sentís tan afuera. y por qué -aunque reflexionaste sobre el tema y grabaste ese mensaje- no podés evitar mirar a los costados y volver a sentir
esa imperturbable soledad

miércoles, 22 de julio de 2009

el pájaro

“Y las palabras son la clave, la llave que abre nuestros cuerpos a la revelación del deseo
y el deseo se hace rey de nuestra jaula que se vuelve pájaro”
Alejandra Pizarnik

viernes, 17 de julio de 2009

tantas ganas

, la música, el cine, la arquitectura, la fotografía, la literatura, navegar... hay tantas cosas que me gusta hacer y escuchar y leer y probar y justo ahora se me viene a hacer un intringulis con todo esto, con qué hacer para ser y no sólo transcurrir.
Las horas que pasan sin producir nada que sienta mío están haciendo mella en mi cuerpo y en mi cabeza.
No reniego de mi naturaleza apasionada, sí de la ansiedad que provoca no encontrar donde (s) encarrilar tantas ganas.
Tengo tantas ganas que me salgo de mis propios límites, que a veces me plancho por no encontrar el elemento conductor.
Al menos, tengo ganas.

lunes, 13 de julio de 2009

Camarada Folinecky

Vivís en Europa hace cuatro años y medio. Se que dejar Buenos Aires fue un decisión difícil de tomar. También se todo lo que te costó sentirte bien allá. Y de lo mucho que extrañás y de lo bien que te hizo cruzar el océano. De tu feliz convivencia (y casamiento) y de tus viajes. Ahora estás en Londres, laburás de lo tuyo y se te esucha cada vez mejor. Eso me hace muy feliz, pero desde un costado más egoísta, la distancia parece cada vez más grande. Uno pensaba al principio que era cosa de un par de años... pero bueno, se hizo más lunga y allí estás vos y acá nosotros.
tal vez es un poco melancólico este post. Pero como no te sentís muy cómodo cuando te lo digo personalmente, lo escribo en este espacio, donde no tenés que responder nada.
Acá hay muy buenos amigos, vos lo sabés. Pero ahora comprendo mejor que nunca eso de que el espacio vacío no lo puede llenar ningún otro amigo. Simplemente porque cada uno de ellos, como vos, son únicos. Y hay días como hoy en los que extraño tu particular visión del mundo e incluso tus divertidas reuniones de consorcio.

viernes, 10 de julio de 2009

un viejo gruñón y un niño gordo

No parecen dos personajes muy atractivos para una película.
Pero los muchachos de Pixar lo hicieron de nuevo. En la línea de Wall-E, Up es una obra maestra, no sólo de animación. Cuenta una historia que a mí me pareció genial, con el "mensaje", sin bajadas de línea, que se va construyendo en cada imagen.
Ese viejo gruñón y el niño gordo emprenden una aventura para descubrir lo que Lennon escribió tan genialmente décadas atrás: "Life is what happens to you while your busy making other plans".

viernes, 3 de julio de 2009

una chacarera en la radio del auto

En la distancia comprendo, no tiene sentido la vida sin vos...

jueves, 25 de junio de 2009

Amsterdam


Otra vez lo mismo.

Ian McEwan es un maestro.

Empezás a leerlo despacito... te marea con personajes cuyos datos (y sobre todo personalidades) vamos conociendo lentamente. Sobre cada uno habla como si hubiera vivido esa vida. Es un músico destacado, un director de un periódico, un político. Todo el tiempo, y todo mezclado. Decís, ¿y a dónde va con todo esto? Y sin darte cuenta, te arrojó por un tobogán que no termina hasta el último punto. No podés parar, aunque quieras. Ya no te podés bajar. Y la cabeza te queda aturida después de tanto vértigo.

No creo que me gane la vida como crítico literario así que lo voy a decir más simple: McEwan te agarra del cogote y no te deja respirar aliviado hasta que acabes con él.

sábado, 20 de junio de 2009

La Oma y el Opa y mi viejo

Para mí esos eran sus nombres. Supe cómo se llamaban recién cuando mi abuela murió, hace ya 20 años. Y no fue sino mucho tiempo después cuando empecé a preguntar por su historia. En un trabajo para la facultad me pedían que entrevistara a mi familia, así que allá fui con mi grabador a hablar con mi viejo.
Inmediatamente sentí empatía con mi abuelo Adam. Una mezcla de admiración y tristeza por no haberlo conocido. Esto me volvió a pasar el jueves, diez años después de aquella charla.
Fui a almorzar con mi viejo y quise indagar un poco más en la historia familias, precisar algunas fechas y sobre todo, ver qué estaba haciendo Adam (y también mi viejo) a mi edad.
Con 29 años mi abuelo había llegado a la Argentina, después de pelear en la Gran Guerra, dondea participó de batallas históricas como las de Verdun y Somme, en esas desesperantes luchas cuerpo a cuerpo y trinchera a trinchera.
Entonces, era un inmigrante que huía de las ruinas de la guerra.
Cayó en Comodoro Rivadavia, contratado por una empresa petrolera y allí tuvo a su primera hija, Margot, con Elisabeth Kröner. Elisabeth murió y mi abuelo se volvió a Alemania, dejó a Margot con sus hermanas y se fue a recorrer el mundo. Ciudad del Cabo, donde inició un negocio de minería con su hermano (que murió ahogado en el mar);o Shangai, donde se instaló para vender seda. Finalmente volvió a Alemania y en el 36 le ofrecieron entrar nuevamente al ejército, esta vez con Hitler al mando de las tropas nazis, que se rearmaban para escribir el capítulo más negro de la historia de la humanidad. Dice la leyenda que mi abuelo conoció a Hitler en un mitin en Berlín, que se asustó con su discurso (no voy a decir que era un defensor de la causa judía, pero lejos estaba de comulgar con las ideas del Führer. Así que armó la valija y emprendió la vuelta a estas tierras: ahí, en el buque, conoció a mi abuela, la Oma, o Ana María Egenberger. Mi abuelo ya tenía 41 y ella sólo 30... El era un hombre golpeado y ella una rubia petisita que trabajaba de gobernanta en una casa en San Isidro: se ocupada de la casa y los hijos de una acomodada familia criolla. Esto era común en los tiempos de la Europa empobrecida: las hijas mujeres viajaban a trabajar para mandar dinero a las sus familias hambrientas (y en esa época las familias sí que eran numerosoas: tenía 10 hermanos, al igual que mi abuelo).

Pero claro, Adam no iba a permitir que su mujer trabajara, así que se fueron juntos a Tartagal y luego a Mina Aguilar, en Jujuy, a trabajar en una empresa minera. O sea que mi abuela, a los 30, empezaba de cero ("ella decía que no había tenido historia antes de conocerlo, pero era muy reservada").
Mi abuelo, por otra parte, no tenía ninguna profesión, pero era bueno con los números y una vocación de dibujante que dejó plasmada en un cuadro sobre la guerra. Allí nacieron mi papá y mi tía Wilma.
La historia sigue y ya me extendí bastante más allá de los 30 años: pero me quedó grabada una frase que me dijo mi viejo mientras comíamos. "Tu abuelo decía siempre que había empezado de cero cinco veces en su vida". Murió enfermo de Parkinson y paludismo en Belgrano, donde había abierto un negocio de artículos regionales que aún sobrevive. Mi abuela siguió adelante y hasta ¡se volvió a casar! No era poca cosa para la época. Alí, el verdulero de la cuadra, la conquistó entre frutas y flores.
No sé muy bien a dónde voy con esto, o sí: en este momento, donde surgen tantas dudas sobre mi profesión (y sobre todo dónde ejercerla) y se despiertan otras pasiones, el recuerdo de mi abuelo me da fuerza. También el de mi viejo: a los 30 todavía no había arrancado la carrera de Medicina. Lo hizo tres años después, se recibió, estudió Psiquiatría y hasta hoy es un psicoanalista que no para de trabajar. Antes hizo de todo: desde traductor hasta periodista, y de empledo de una empresa química hasta microemprendedor con una negocio de pulóveres. En el medio además estudió Filosofía en Friburgo, se hizo cargo del negocio cuando mi abuelo enfermó y se casó dos veces (sí, dos veces antes de los 30). Nacieron mis hermanos y tuvo polio.
Tengo dos buenos ejemplos para hacerle caso a lo que dijo mi viejo, mientras el vino se subía a la cabeza y el jazz lo inundaba de felicidad en el restorán de Palermo: "Animáte a soltar".
Gracias Pa, es uno de los mejores consejos que me diste en mi vida.

martes, 16 de junio de 2009

¡Gracias, Don Carlos!

En campaña:
*Felipe Solá canta en Gran cuñado, porque hay que estar ahí, si no, no existís. Si no preguntenle a Stolbizer, la fuerza que más crece en Provincia a pesar de las encuestas pagas, pero no figura en ningún medio. ¿Será porque es gorda y ni siquiera se tiñe de rubio platinado como lo hace Lilita? Tal vez queda muy fea en TV. O tal vez ya esté decidido de antemano que ésta es una elección polarizada entre Kirchner y el pro-peronismo (?!) ¿Se dan cuenta lo grande que es el espectro peronista?

*spot 1
"Don" Carlos les dice a sus empleados, "tudu bom, tudu legal, ahora están en blanco, muchachos". "¡Vamos Don Carlos!" "¡Gracias!", le responden los morochos que hasta ahora no tenían aportes ni cobertura ni nada. O sea que si se caían de la obra que están construyendo no existen, porque no tienen ART ni son empleados de Don Carlos, el buen empresario argentino que tenía que "salvar el boliche" y por eso no cumple la ley desde el 2001.
Ah, la propaganda, que enaltece la figura de este empresario de bien, es de la agencia recaudadora oficial. Sí, del gobierno.

*spot2
Una mujer sentada en el banco de una plaza, de noche, y con su bebé recién nacido en brazos. "Luminarias, cámaras de seguridad..., todo para que él (el bebé, que duerme) pueda seguir soñando". Perdón, tal vez yo no entendí nada pero... ¿alguna madre pensó en ir sola, de noche, con su bebé, a una plaza?
Haciendo Buenos Aires, cierra la propaganda del Gobierno de la Ciudad.

*Radio Continental, programa de Víctor Hugo Morales. Escucho una declaración de Rodríguez Larreta mientras manejo por la Autovía 2: "Que la gente se quede tranquila que nosotros nos vamos a oponer a todo lo que haga el gobierno. Nosotros somos la oposición". Bárbaro, o sea que ser oposición es decir que no a todo, sin leer siquiera el proyecto. La cara de Francisco de Narváez -ese muchacho colorado, el del tatuaje, vos lo conocés, seguro, nació con Menem, es un pollo de Duhalde- aparece una y otra vez al costado de la ruta. Pienso. Ahí tenemos un buen opositor. Quédese tranquilo, señor oyente, este tipo se opone a todo. Este tipo también es pro. Ni falta le hace ir al Congreso: por esa razón, imagino, este millonario tuvo un ausentismo del 73% en cuatro años. Tampoco importa entonces si dice tener un plan y no tiene nada. ¡Total no va a ir!
Cierro el día teniendo que meter un cambio en el diario: la Policía se incautó de 1.000 kilos de marihuana (sí, estoy hablando de fasooooo). ¿Y quién fue hasta Merlo a las 11 de la noche? El gobernador de la provincia, Scioli. ¿Oportunista? noooo. Ah pero... ¿está en campaña? ¡Pero si es gobernador! ¡Pero si el 28 elegimos legisladores, no cargos ejecutivos! Ah, es gobernador pero también candidato a diputado. Perdón, a veces me olvido. Entonces si gana no asume y defrauda al electorado. Perdón, acá me dicen que ahora asumiría y Ballestrini va como gobernado. ¿Pero entonces, la gente que lo eligió para gobernar y no para legislar? ah, acá es lo mismo. Cierto. Perdonen.

*Crítica, edición digital: "Solanas le estaría pisando los talones a Prat Gay", según la encuestadora Equis. Sonrío.

Ojalá. Ojalá los Lozano, los Solanas, ojalá hubiera más candidatos que me entusiasmaran. Ojalá hubiera un tipo que se diga de izquierda y no lo diga bajito. Ojalá en vez de cortar el puente que nos une a la República Oriental del Uruguay pudieramos cruzarlo y ver cómo es posible que gobierne la izquierda. Con un Tabaré (que termina su mandato con el 70% de imagen positiva), o un Mujica. Tal vez podríamos seguir subiendo y llegar a Brasil y ver un poquito de cerca a Lula, un dirigente obrero que llegó a ser gobierno.
Estoy pidiendo mucho me parece. Partidos políticos con ideologías. Políticos con proyectos. Me parece que me quedé dormido y estoy soñanado.

sábado, 6 de junio de 2009

Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos



Y sí, vamos a pedirle prestado a Cortázar uno de los pasajes de Rayuela, su libro preferido, para hablar sobre Ella, sobre los dos.

For the record: nos conocimos en una fiesta de cumpleaños de una amiga suya; yo estaba allí, un tanto (muy) perdido, en una época un tanto (muy) revolucionada de mi vida. Las cosas, sin embargo, parecían empezar a acomodarse: me había mudado a mi nuevo hogar, después de 7 años en Laprida. Arrancaba en un nueva sección dentro del diario, después de 6 años recorriendo el Conurbano de los Zonales. Estaba solo desde hacía un año y pensaba que iba a ser difícil encontrar a alguien como Ella.

Ansioso, llegué a la fiesta en Ambient House y tomé un poco de más para sentirme suelto: no era, repito, mi mejor momento. La cumpleañera tenía una amiga para presentarme. Pero no era lo que yo quería. Recorrí ese primer piso de la calle Güemes un poco mareado, alardeando de una seguridad que no tenía. Y ahí la vi, sentada en un silloncito de esos cuadrados y para una sola persona. Parecía no haber lugar para otro allí. La miré intensamente, resulté un poco intimidante quizás. No podía correr la vista, estaba, como se decían una generación atrás, "flechado" por su delicada gestualidad, las piernas cruzadas hacia su izquierda, un vestido negro, sus rulos rubios y los ojos bien abiertos, azules, soñadores. Y me miraban a mí. No le dije nada, me pasa cuando quiero mucho algo: miro, deseo, pero puede escapárseme. Además, me sentía responsable por entretener a mi cita (¿o será que me escudé en eso porque no me animaba a pasar de la fantasía a la realidad?). La fiesta seguía pero yo me fui a casa, con la certeza de que no la volvería a ver.

Pasó un tiempo. Llegó el Día del Periodista: un 7 de junio de 2007. Pasadas las 12 de la noche, así que ya era ocho. Estaba con Ramiro en casa, tomando unas cervezas antes de ir para una fiesta en San Telmo. Esperábamos a Agustina, su novia (la chica del cumpleaños). Llegó, y no estaba sola. Cuando abrí la puerta estaba Ella, más hermosa que la primera vez. El corazón se me salía de la boca. No tenía idea de que eran amigas. Así que me puse en mi mejor rol de anfitrión, Ella se sentó por primera vez en el futón verde del living, bien en la puntita, como queriendo pero no tanto. Con reservas. Lo agarré a Rami y lo llevé del brazo para el balcón. "Boludo, es ella. A esta mina la vi en la fiesta de Agustina y me encantó. ¡¿Por qué no me dijiste que eran amigas?! Es hermosa, me encanta". Claro, cómo iba a saber él que me gustaba si nunca le había dicho nada.

Volvimos al living, estaba excitado, y traté de que no se notara tanto. Igual se notó. Mucho.

Partimos para Urania Giesso, bailamos un poco, otro poco bebimos. Ella estaba esperando mi avanzada. Yo me sentía un poco oxidado para hacerlo con naturalidad. Pero me salió un "¿vamos a tomar una cerveza a la barra?", mostrando mis intactas dotes de galán. Ella se apiadó de mi falta de lucidez y me dijo que sí, que ella no iba a tomar nada, pero que me acompañaba. Puf, el primer paso estaba dado.

Y se desató algo que no esperaba. Empezamos a hablar de todo, no había silencios incómodos, no había nada incómodo. Nos entendíamos, nos reíamos, nos estábamos empezando a gustar. A ella le llevó un poco más que a mí, me confesaría después. Lo mío fue al galope. No podía frenarme.

Nos sentamos en un sillón rojo y todo lo que estaba alrededor, menos la música, desapareció. Fue así, como en las películas. Al rato nuestros amigos --se habían sumado Yani y Yabi, como para hacer el combo perfecto-- nos dijeron que se iban. Así que nos fuimos todos. Dejé a cada uno en su casa y, por supuesto, tenía clarísimo que a Ella la retendría un rato más. Vivía a tres cuadras de casa así que era la última parada: el plan perfecto. Ella había estudiado en la misma facultad que yo, vivíamos casi a la vuelta, los dos trabajabamos como periodistas y sin embargo no nos habíamos cruzado nunca: si eso no es el destino... En mi fiesta azul, estacionados frente a su casita de Chenaut, seguimos charlando un buen rato más. Yo estaba tan emocionado -sentía que había algo especial-, que no quise cortar el momento con un beso. Estaba seguro, segurísimo, de que nos íbamos a volver a ver. Hablamos de su tésis y eso me dio el pie para el segundo encuentro. "Si querés uno de estos días que te cueste ponerte a escribirla, llamame y tomamos unos mates". Otra frase para que anoten quienes quieren levantarse una mina: el copyright no se los cobro. Nos vimos, claro, no para tomar mate. Yo seguía con unos cuantos problemitas de ansiedad y el hecho de presentir que había llegado el gran amor no ayudó mucho: simplemente me cagué en las patas y no la llamé. Pasaron unos días. Sentado en el vestuario del club, después de nadar, agarro el teléfono y veo una llamada perdida. Era Ella. Listo, tenía que olvidarme de la rosca y los miedos. Hablamos y quedamos en vernos. Pero esa noche acordada se frustró por mis temores. ¿Les dije que no estaba pasando un bueno momento, no? Ok, sepan entender. Y por sobre todo, ¡y por suerte!, Ella supo comprender. O adivinar, porque yo no mostraba mis debilidades.

Nos vimos en un bar, otra fiesta. Otra vez yo llegando nervioso, era una persona hecha nudo. Pero con solo hablar, escuchar su voz, sentir eso especial que había sentido la primera vez, alcanzó. A veces lo único que se necesita es un poco de ayuda. Y coraje. Así que nos sentamos en otro sillón, recordamos que nos entendíamos bien, que nos seguíamos gustando, y nos fuimos juntos. En otra de mis geniales salidas le dije "vamos a tomar algo a otro lugar". Lo cierto es que yo quería llevarla a mi casa, o a la suya. Lo que sea, pero no quería más bares ni gente ni nada que no fuéramos nosotros dos. Tenía la esperanza de conquistarla si lograba algo de intimidad. La llevé a un bar que sabía iba a estar cerrado, cerca de su casa. je. Ahí sí que me lucí. Entonces ella tiró un ¿vamos a mi casa?. O tal vez se le pregunté yo. Había muchos discos lindos, libritos, una cama de madera antigua, unas cuantas mariposas, una gata y una guitarra. Si ella lo propuso o fui yo, ya no importaba.

Agarré la guitarra y le ofrecí lo mejor que tenía de mi limitado repertorio. Con Spinetta creo que di en el clavo. Ya estábamos sentados en la cama. Ya le estaba diciendo "muero de ganas por darte un beso pero no me animo", Ella ya se acercaba y corría la guitarra del medio y nosotros ya nos estábamos besando.

Hace dos años empezabamos a amarnos. Ella me curó las heridas, como prometió mientras caminábamos una noche de invierno. Eso hizo, y mucho más. Por eso, y por todo lo hermoso que voy descubriendo de esa mujer cada día, yo me enamoro una y otra vez de Ella, como la primera vez que la vi, hace dos años .

"...convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas."

martes, 2 de junio de 2009

qué es lo importante?

Lo importante es arreglar las veredas de Palermo "Hollywood". Qué bueno tener un jefe de Gobierno que está en los grandes temas: agrandar las veredas en las esquinas para que bares y restoranes tengan más lugar donde poner sus mesas (invadiendo el espacio público, claro está). ¿Puede alguien tener los valores tan cambiados, las prioridades tan erradas, como para hacer esto y luego decir qe no hay plata para los maestros? Claro que puede, es Mauricio Macri, hijo de un "empresario" que se llenó de plata haciendo negocios con el Estado. Es Mauri, el que hasta poco antes de saltar a la arena política sólo leía la sección Deportes de los diarios. Es el mismo tipo que habla con términos empresariales cuando se refiere a la adminstración pública.
Ah, y no olviden el hermoso puente que construyó en Palermo, para que nosotros, "los vecinos" vayamos a caminar por Palermo felices y contentos.

martes, 26 de mayo de 2009

banksy, genial

www.banksy.co.uk

hacker

Me abrí un blog (ta, mucho no lo actualizo), ahora tengo facebook (allí soy Pablo Otto porque mi apellido es un tanto provocador en Internet) y hasta me animé a comprar un par de joysticks desde el celular. Sí, y uso Mercado Libre y veo series en la compu.
Nunca voy a ser un entendido en la materia, pero algo de honor le tenía que hacer a mi apellido.
Hacker, de todas formas, significa hachero en alemán, y es, también, una marca de cerveza en el país de mis abuelos.
No sé si será que tengo 30 o que me tira más el costado europeo que el yanqui.
Pero si me das a elegir, me quedo con una cerveza con amigos, antes que escribir en muros virtuales, etiquetar fotos o sumar "amigos" como si se tratara de una competencia.
Pero bue, hay que tomar un poco de cada cosa, ¿no?

sábado, 2 de mayo de 2009

cliché palermitano

Almuerzo en un restorán que no es restorán porque está metido en una casa (con limonada, papas rústicas y pizarrones de colegio por menúes); compras en el local del dibujante Liniers (120 pé un cuadrito?!) y caminata breve cortando el vientito de otoño con una campera Levi's muy chic. Sólo me faltó hacer yoga a la mañana y calzar anteojos de sol de esos que te esconden la cara para reafirmar que hoy fui un cliché palermitano.
Muchas cosas suceden si está vivo, ¡pero de cuántas ni nos damos cuenta!

sábado, 25 de abril de 2009

cosas que ya no quiero más

Estar en el diario a la 1 de la mañana un sábado

miércoles, 22 de abril de 2009

cafayate

Hace tiempo no dormía tan bien como en Cafayate. ¿Serán las montañas? ¿El vino? ¿La cama de hotel? ¿Estar con Ella?
Un poco de todo eso y un poco de algo que me pasa desde chico: cada vez que salgo de Buenos Aires me conecto con una parte mía que está oculta el resto del tiempo. Descanso, me revitalizo, pienso mejor, me levanto temprano. Amo viajar. Y ahora que estoy recuperando esa capacidad, lo valoro todavía más.

viernes, 17 de abril de 2009

tan real que no lo ves


A veces, cuando estás especialmente perceptivo, podés encontrar genialiades en los lugares menos pensados. A mí me pasa esto cuando me siento bien: es como que le sacás el jugo a cualquier fruto. Y las genialidades suelen aparecer de un modo tan claro y sencillo que muchas veces pasan de largo...

En este caso le sacamos el jugo, a Fringe, una serie bien pochoclera con la que me enganché (sí, ahora hasta bajo series) y la simple reflexión de la agente (Olivia) Dunham.
A Peter: "¡Felicitaciones! Acabás de descubrir que todos los seres humanos tenemos que aprender a convivir con temas no resueltos".

Un gran desafío para algunos de nosotros, ¿no?. O como diría Ella, "aprender a bailar bajo la lluvia".


sábado, 11 de abril de 2009

silke


Estaba en el lugar indicado a la hora señalada (siempre quise decir eso).

Hoy fui a ver la muestra "Los arcanos de seda", de Silke, en el Museo de Arte Decorativo.

La obra, 22 tapices realizados en seda, es cautivante. No suelo ver estas cosas, por si alguno pensó "¿ahora se le da por la plástica a este coloradito?". Fui porque me insistieron y no tenía un mejor plan para el sábado a la tarde.

Me encontré con la propia artista, Silke, "explicando" su obra. Es irreproducible todo lo que dijo esta mujer austríaco-alemana-argentina de 66 años. No pretendo ni puedo hacerlo. Sólo quiero recomendar la muestra y, sobre todo, lo que encierran esos maravillosos símbolos (los arcanos), explicados por su autora.

Se trata de símbolos, representaciones, que muestran un camino ascendente de autoconocimiento. Y, encima, expresados en seda. Unico. El arcano 13 -la explicación de lo que representa- me conmovió profundamente. "Podemos definirlo como la compresión del desprendimiento y la despedida. Aprendea a soltar representa la transformación de nuestra conciencia, la renovación. Difícil camino pero indispensable aprendizaje. Soltar y desprenderse del pasado para ir a lo desconocido, a nuevas formas de la vida". Y los más importante: es la representación de lo que ya no es. Eso que Dr. Neurus ama encontrar en su plato.

Creo que a cada uno la muestra lo toca en algún punto del alma, y eso sí que es valioso. "Llévense lo que quieran, lo que no lo dejan acá", dijo Silke para cerrar. Yo me llevé muchísimo, todo lo que pude.

Están a tiempo de ver la muestra, de meterse en la profundidad de la obra y llevarse lo que ustedes quieran. Hay que vivir la experiencia, en este caso, no se las puedo contar.

Una buena nota para acercarse al tema:

jueves, 9 de abril de 2009

Dr. Neurus


Dr. Neurus aparece cuando uno menos lo espera. Dicen que se alimenta de cabos sueltos. Parece que hoy encontró unos cuantos y se los mandó con manteca cual tallarines.

espero que algún día se atragante y me deje en paz.

miércoles, 8 de abril de 2009

que me perdone Mapu


Estamos convivien- do hace poco menos de cuatro meses. Al principio me daba alergia. no paraba de estornudar y me picaba todo. Ahora me despierta temprano para que le de su comida -despertarme y que yo no putee es todo un logro- y vemos tele juntos, ella sobre mi pecho. Si estamos en un muy bien día, dormimos la siesta, conversamos un rato o jugamos con lo que sea que sirva de "ratita".
Hoy me pasé la tarde con ella y cuando salí para el diario costó cerrar la puerta y dejarla sola del otro lado...
Siempre tuve predilección por los perros. Pero ella me conquistó desde el principio. ¿o será simplemente que amo a su dueña?

lunes, 6 de abril de 2009

after dark

Hace poco leí After Dark, de Haruki Murakami. Lo primero que leo de él. Me atrapó. Y cuando me pasa eso con un libro todo alrededor cobra otro sentido. Ese libro se transforma en el lugar perfecto para escapar, para abstraerse, para reflexionar viejas cosas de otro modo o preguntarse por otras, nuevas. Sobre todo, está el goce de sentirse parte de una historia que empieza una y otra vez cada vez que alguien abre ese mismo ibro en cualquier parte. Es raro, uno está solo leyendo en su casa y a la vez está compartiendo esa misma experiencia con otros miles que tal vez piensan que están solos en sus casas, sólo leyendo.
Dos de las muchas cosas que subrayé (sí, subrayo los libros y no muy prolijo; lo peor es que este me lo prestó ella)
* Dice Kôrogi: "-(...) En este mundo hay cosas que sólo puedes hacer sola y cosas que sólo puedes hacer con otra persona. Es importante ir combinando las unas con las otras".

* -Oye, ¿y qué tal si caminármos un poco?- propone a Mari
-Vale. De acuerdo. Andar es bueno. Anda despacio y bebe mucha agua- responde Takahashi
-¿Y qué es eso?
-Ése es el lema de mi vida. Anda despacio y bebe mucha agua.

Anda despacio y bebe mucha agua. No paro de pensar en esa frase.

sábado, 4 de abril de 2009

la ficha

No sé si a ustedes les pasa.
Yo vivo muchas veces en una aceleración interna que no me resulta muy sana. Ansiedad es el nombre que lleva.
Algunos la expresan todo el tiempo, la transmiten. Otros parecen tener el don de dominarla o inculso desconocerla. Y otros la viven por dentro. Tal vez este grupo sea el que más la sufre (no tengo niguna certeza científica para decir esto, sólo mi experiencia personal).
La pregunta es por qué está allí.

no, acá no está la respuesta.

Yo empecé a entender "mis" porqué hace no mucho. Y hoy me cayó una ficha, entre muchas otras que cayeron en los úlitmos años.
Creo que tendemos a creer que los problemas se tienen que resolver ahora y completamente para seguir adelante, y esto no es cierto. No hay cierres perfectos para todo. No hay moños ni frutillas en la cima del postre. Cuando los hay hay que saber reconocerlos, disfrutarlos y ya. Hay dramas personales que siempre estarán con nosotros, creo que lo mejor que se puede hacer es valorarlos en su justa medida (sí, analizarlos, sacudirlos y ponerlos pata para abajo también) y una vez que ya no nos sirve quedarnos ahí dejarlos pasar para seguir adelante.

Creo -y esta es la ficha que cayó hoy-, que desesperarse es lo peor que uno puede hacer; no sirve de nada. Que uno no huye de eso que tanto tememos (la muerte) por ir más rápido. Que querer hacer todo YA y sin fisuras es una tremenda estupidez propia de la omnipotencia más insana. Que incluso hace que hagamos las cosas peor y que nos tome más tiempo. O que directamente nos paralicemos ante lo imposible de esta empresa.

A cada uno este estado (el de la ansiedad) le llega por distintas razones, la mayoría personales pero también sociales, propias de nuestro tiempo.
Sería aburrido -y también me daría pudor- contar mis porqués. Pero cuando los ves, realmente todo adquiere otra velocidad, esa en la que alma, cuerpo y mente parecen ir de la mano.
Sí, no descubrí la pólvora, pero cuando hablo de que "cae la ficha", es porque lo obvio se hace evidente a nuestros ojos.

Se de alguien que vivió velozmente. Que se comió la vida, que siempre sonreía y que era la persona que yo más admiraba en este mundo. Intuyo que sufría mucho también. Y que quizás tenía una certeza y era que no estaría aquí el tiempo que consideramos normal.

Todo esto cae en el momento que tiene que caer, que es cuando estamos preparados para atajarlo.

En memoria de mi hermano, Sebastián Alberto Hacker, a quien amo y extraño.

volver

Esta semana volví a la calle.
Me tocó cubrir el "ambiente" el día de la muerte de Alfonsín y el velorio en el Congreso.
Si interesa pueden leerlo en el diario (aunque saben que los editores siempre te cortan las cosas, ¡cómo odio la dictadura de la imagen y el diseño!)
Pero hablo de otra cosa: de volver a hacer lo que más me gusta de mi profesión. Salir a la calle, observar, escuchar, preguntar, y escribir. Es algo que quedó a un lado estos últimos dos años por mi trabajo en la Mesa de Cierre. De ella espero despedirme pronto y le dedicaré un post cuando así sea. Pero volver a la calle (que para mí tiene varios sentidos) es realmente importante.
En eso estoy, y a veces mete miedo. Pero no puedo ocultar mi alegría al recuperar esa pasión que me llevó a ser periodista. Seguramente este no es el mejor lugar para desarrollar la profesión, pero eso es harina de otro costal.

sábado, 28 de marzo de 2009

anhelo (deseo vehemente)

Van ocho años y la verdad nunca me sentí parte de esto. Se cumplieron en enero. No festejaría por ello. No reniego de la expriencia, de algunas personas muy valiosas que conocí ni del sueldo que me permitió vivir solo y no privarme de hacer lo que me gusta.
Pero hace un tiempo esa sensación de no ser parte (y de no querer serlo) se está agigantando.
Todavía no sé cuál va a ser el cambio, lo que sé es que tiene que suceder. También sé que tengo que promoverlo. Eso cuesta, sobre todo cuando uno no sabe exactamente lo que quiere y dónde obtenerlo.
Hacer, pensar, sentir, decir. Un amigo me dijo que hay que tratar de coordinar estos cuatro elementos para que la rueda gire. Me parece bastante sabio. Y sé muy bien de dónde me sobra y qué me falta.
Digo y siento: Necesito ser parte de algo en lo que crea al menos un poco. Crear algo, expresar (aunque tal vez esto tenga que ir por fuera del laburo). El trabajo es una parte esencial en la vida y por tanto creo que hay que procurar sintonizarse con lo que uno quiere. Ese camino ya empecé a recorrerlo, veremos a dónde termina, o dónde vuelve a empezar.
Pensar y hacer: pensar qué, dónde. Y finalmente hacerlo.
Es uno de mis mayores desafíos.

viernes, 27 de marzo de 2009

Everything in its right place

He leído críticas y comentarios varios del recital que Radiohead acaba de brindar en Buenos Aires.
Todas coinciden en que el show fue excelente: sonido, puesta, luces, banda, todo. Algunos como mi colega Pablo Shanton se esmeran en encontrar similitudes y diferencias con el resto de las bandas de este mundo. La verdad, no entiendo el porqué de este vicio de los críticos de rock. La historia hace al presente, Radiohead tendrá sus influencias. Pero cuando la crítica se centra casi exclusivamente en comparar la cosa se vuelve tediosa. Vale porque aporta data, es una mirada y aporta algo. Pero no te cuenta qué sucedió el martes a la noche: y ese, me dijeron, es el abc del periodismo: ir, ver, volver, contar.
Ahora, ¿cómo explicar la experiencia vivida? Es posible? Por lo menos hay que intentarlo. Y tal vez, como a un toro salvaje, haga falta darle varias estocadas hasta dominarlo. Y aún así te puede clavar el cuerno y dejarte de culo en medio de la arena.
Primero, un pedido: por favor nadie deje de darle una oportunidad a Radiohead. Escuchen The bends, In Rainbows, Amnesiac, Ok Computer. Un rato, después lo borran de su playlist si no va.
Yo (y acá es importante aclarar: todo lo que se escriba en este blog carece de toda objetividad y nace de lo que un sujeto piensa o siente; ya me explayaré sobre el tema). Decía: yo no creo que haya surgido en los úlltimos 15 años otra banda de su talla. No es comparable con U2 (por favor Clarín dejemos de bajar todo para que lo entienda Doña Rosa: "Radiohead ¿los nuevos U2?" tituló el matutino el día del show. aaaaghhhhh!!!); ni mucho menos con los ambiciosos y tibios Coldplay y Keane.
Esta es una banda en crecimiento constante, en evolución, en erupción; que hace discos "introspectivos" y "oscuros", pero que puede transmitir en vivo todo eso que está grabado, y mucho más. No son ratas de laboratorios (aunque Thom Yorke se les parezca un poco). Son cinco tipos que arrancaron con un Pablo Honey asolescente y visceral (Anyone can play guitar, Creep), dieron 15 pasos adelante con The Bends (mi preferido) y después metieron en la cima que alcanzan unos pocos Ok Computer. Kid A, experimentación pura, inquietante pero todavía indefinido; Amnesiac, ya en camino a In Raimbows; Heil to the Thief (tal vez no le presté suficiente atención o no lográ despertámela). Y por fin, In Raimbows. No sólo canciones, una obra completa, de esas que hay que escuchar de cabo a rabo. Una matriz común que me recuerda a Pink Floyd (perdón Shanton).
Yo me sentí hipnotizado, una amiga dijo que simplemente estaba "viajando" (y les aseguro no toma ni una cerveza). Ceci y yo nos agarrábamos las manos, nos apretábamos, abrazábamos, gritabamos de la emoción: había que sacar de algún modo todo eso que hacía ebullición adentro. Ahora pienso en esas imágenes en blanco y negro de chicas desmayándose al escuchar a Los Beatles. Histeria pensaba antes: no, tal vez uno simplemente se derrumba ante la evidencia de que estás escuchando y viendo la expresión más acabada de lo que llamamos Rock/Pop.
In Rainbows en vivo parece sacarte de este mundo: no es música de esta Tierra. Están trayendo otro planeta, inventado, y te lo bajan a un escenario como diciendo "esto existe, lo hacemos nosotros". Lo veo pero todavía no termino de creerlo. Tendría que verlos 10, 100 veces más para humanizarlos.
Puede que todavía esté en estado de emoción violenta aún cuatro o cinco días después del show. Léase esto con esa salvedad: hoy podría escuchar Radiohead durante meses, años, sin necesidad de otra música. Me volvería loco, por supuesto. Por eso no lo voy a hacer. (¿Cómo explico acá que me encanta la Murga Uruguaya?).
Esto se pasa claro, y después recordamos todos los grupos y canciones que también nos hacen vibrar. Volvemos a poner un disco de los Beatles, sintonizamos la radio, un poco de esto y otro poco de aquello.
Pero confieso que todavía no logro salir de ese arco iris, y me resisto a pensar que ya pasó, que ya está. Que tal vez nunca más. Y tener la sensación de que este recital difícilmente pueda ser superado por cualquier otro por venir.
El martes a la noche, todo parecía estar en su lugar, y aunque podamos jugar con Yorke a que "esto no está pasando, no estoy aquí", todo eso pasó, aquí, y va a quedar por siempre resonando en algún lugar de nuestra memoria emotiva. Donde vamos cargando las cosas que no queremos perder.

lunes, 23 de marzo de 2009

Stop whispering

Este es "la" banda que siempre quise ver en vivo. Amo sus canciones, sus tonos, los colores. Son tantas las emociones que me desatan que incluso pasé mucho tiempo sin escucharlos: Radiohead no es para poner todos los días de tu vida. Un Marley nunca cae mal. Podés estar bajón o súper arriba y para las dos cosas ayuda, como un vaso de cerveza helado.
Radiohead es un trago elaborado, dulce y amargo en la misma proporción (tal vez un toque más amargo), se te sube a la cabeza y te queda dando vueltas horas, días después de saborearlo. El bajo de Colin Greenwood está en mi cabeza desde hace una semana. tun tun tun tututuun tun tun tu tu tun tun. Es como la cortina musical de mi vida en este momento.
Así es Radiohead para mí, absolutamente singular, dulcemente melancólico, desenfrenadamente adolescente e inquietantemente maduro.
Y mañana tocan acá nomás, y yo voy a estar ahí.

viernes, 20 de marzo de 2009

Mechupindongui abre sus puertas. ¿Por qué?
No lo sé.
Vamos a averiguarlo.