jueves, 28 de octubre de 2010

Adiós a un luchador



No lo voté a Néstor Kirchner, pero a los pocos meses repetía "si me hubieran avisado que iba a ser así, claro que lo apoyaba".
Fue quien desarticuló la Corte Adicta de Menem; quien bajó a Videla de un lugar que nunca debió ocupar; el que llegó al poder con más desocupados que votos a favor y logró disminuir la cifra de desempleo a un dígito y elevar su popularidad a niveles insospechados; el que abrazó a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo; el que tendió lazos con los hermanos latinoamericanos (recuerden la intentona separatista contra Evo, el golpe a Correa, el conflicto entre Colombia y Venezuela que ayudó a dirimir); y el que le dijo que no al ALCA junto a Chávez, ese demonio al que tanto le teme el mundo. Bush era impopular, pero nadie lo mandó tan bien a la mierda como Néstor y Chávez en Mar del Plata.
Por supuesto los columnistas políticos de La Nación y Clarín cumplirían con el mandato de sus empleadores: hay que bajarlo a este tipo, se nos fue de las manos. No es dócil, "es confrontativo, tiene un estilo autoritario, populista". Qué horror para nosotros, tan europeos.
Cuando Cristina llegó al poder fueron con todo por ella, porque pensaron que podrían. Cuántos embates, cuánto traidor codiciando el poder. Cuántos errores propios, también, para no dejar en evidencia el vacío de propuestas de la oposición.
Qué inmaduros somos todavía como electorado. Qué panqueques, por usar un término maradoniano.
Son esas diferencias, esos errores, esos descuidos, los que me impidieron ponerme una remera con la cara de NK y CFK; eso y cierto rigor profesional, cierta distancia necesaria para poder ver lo que no nos gusta ver.
Hace tiempo ya que me siento mucho más cerca que lejos de este proyecto de país.
Tengo muchas críticas para hacerle a este presente, pero no puedo encontrar ni un solo punto en común con quienes están en la vereda de enfrente pensando un futuro de miedo y claudicación.
Hoy estoy triste porque Néstor Kirchner era necesario y ya no está. Pero tengo esperanza en la fuerza de lo que quedó; tengo esperanza en la fuerza de las miles de personas que volvieron a hablar de política, que dejaron de tragarse el discurso de los grandes medios para pensar desde otro lugar. Eso es lo que más le agradezco.
Que otra vez pensemos que es posible luchar por cambiar el orden establecido.
Hasta siempre. Este no es el fin.

domingo, 24 de octubre de 2010

Hijos de puta


Hijos de puta los que fusilan a un pibe en la calle por pedir lo que es justo
Hijos de puta los que ofrecen a un profesional 2.000 pesos por "trabajar" full time
Hijos de puta los que hablan de redistribución y permiten tercerizados que cobran la mitad por el mismo trabajo
Hijos de puta todos los de votaron la ley de flexibilización laboral
Hijos de puta los que la mantienen hoy y dicen defender a los trabajadores
Hijos de puta los acomdaticios, de toda calaña
Hijos de puta los asesinos a sueldo, los que pagan por matar y los que matan para desestabilizar
Hijos de puta los que se babean pensando en el beneficio políico de una muerte
Hijos de puta los que tienen el poder para cambiarlo y se quedan a medias