Hace poco leí After Dark, de Haruki Murakami. Lo primero que leo de él. Me atrapó. Y cuando me pasa eso con un libro todo alrededor cobra otro sentido. Ese libro se transforma en el lugar perfecto para escapar, para abstraerse, para reflexionar viejas cosas de otro modo o preguntarse por otras, nuevas. Sobre todo, está el goce de sentirse parte de una historia que empieza una y otra vez cada vez que alguien abre ese mismo ibro en cualquier parte. Es raro, uno está solo leyendo en su casa y a la vez está compartiendo esa misma experiencia con otros miles que tal vez piensan que están solos en sus casas, sólo leyendo.
Dos de las muchas cosas que subrayé (sí, subrayo los libros y no muy prolijo; lo peor es que este me lo prestó ella)
* Dice Kôrogi: "-(...) En este mundo hay cosas que sólo puedes hacer sola y cosas que sólo puedes hacer con otra persona. Es importante ir combinando las unas con las otras".
* -Oye, ¿y qué tal si caminármos un poco?- propone a Mari
-Vale. De acuerdo. Andar es bueno. Anda despacio y bebe mucha agua- responde Takahashi
-¿Y qué es eso?
-Ése es el lema de mi vida. Anda despacio y bebe mucha agua.
Anda despacio y bebe mucha agua. No paro de pensar en esa frase.
Un labial rojo
Hace 6 años
2 comentarios:
Acabo de comprarme After Dark luego de haberme devorado Tokio Blues. Siga, siga, que vale la pena.
tokio blues es mi próxima parada, diego?
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