lunes, 23 de marzo de 2009

Stop whispering

Este es "la" banda que siempre quise ver en vivo. Amo sus canciones, sus tonos, los colores. Son tantas las emociones que me desatan que incluso pasé mucho tiempo sin escucharlos: Radiohead no es para poner todos los días de tu vida. Un Marley nunca cae mal. Podés estar bajón o súper arriba y para las dos cosas ayuda, como un vaso de cerveza helado.
Radiohead es un trago elaborado, dulce y amargo en la misma proporción (tal vez un toque más amargo), se te sube a la cabeza y te queda dando vueltas horas, días después de saborearlo. El bajo de Colin Greenwood está en mi cabeza desde hace una semana. tun tun tun tututuun tun tun tu tu tun tun. Es como la cortina musical de mi vida en este momento.
Así es Radiohead para mí, absolutamente singular, dulcemente melancólico, desenfrenadamente adolescente e inquietantemente maduro.
Y mañana tocan acá nomás, y yo voy a estar ahí.

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